R. Mi habilidad para el tiro no era buena. Era una desventaja que he trabajado durante años para intentar mejorar. Pero encontré otras maneras de anotar.
P. ¿Su mentalidad le ha distinguido de los demás jugadores?
R. No creo. Lo que te distingue es la forma en la que entiendes el juego. No significa que sea más inteligente, sino que tenía esa virtud. Tuve suerte porque empecé muy pronto a entender el baloncesto, y lo convertí en mi hobby, en mi trabajo y en mi carrera.
P. La mayoría de las grandes estrellas de cada equipo entienden el juego. En su caso, partía de inicio en el banquillo, analizaba el partido y saltaba después a la pista.
R. Nunca pedí esto. Todos los jugadores están concentrados en los primeros cinco o seis minutos del partido en hacer lo que les piden los entrenadores, en cumplir con lo que han repasado en los vídeos. Si en esos cinco primeros minutos, estás fuera y observas lo que ocurre en la cancha, entiendes cuál es el orden del partido y cuál es el plan del rival. Si sabes lo que está planeando el otro equipo es más fácil derrotarlo. Como empezaba desde el banquillo, tenía que aprovechar eso. Intentaba hacerles jugar de una manera que no les gustaba ni les convenía.
P. Era muy bueno, ¿pero qué hacían los demás contra usted que no le gustaba que hiciesen? ¿Qué hacían para molestarle en la cancha?
R. La mayoría pensaba que no me gustaba emparejarme contra jugadores altos, pero el mayor problema era cuando alguien como Holden jugaba de escolta. No me sentía cómodo si había alguien cerca de mí. Cuando había alguien así en la cancha, trataba de librarme de él y jugaba en el poste bajo. A veces se abría la cancha. Era más fácil para mí tener espacio porque era más rápido, tenía más visión de perímetro. Aprovechaba eso.
P. Era un jugador muy inteligente, pero también era un jugador muy grande (2,00 metros) que jugaba en una posición en la que los jugadores normalmente son más bajos. Inició una tendencia.
R. Seguí a Rigaudeau. Todos los deportes de equipo son juegos psicológicos en los que tienes que hacer lo que se te da bien. El baloncesto es pura psicología. Tienes que llevar el partido a tu terreno y esconder tus defectos. Cuando me enfrentaba a jugadores bajos los tenía que llevar cerca del aro, y cuando me ponían jugadores grandes, tenía recursos para penetrar y crear juego para mis compañeros. Era bueno creando juego.
P. Considera que el baloncesto es un juego psicológico. ¿Qué siente cuando ve un partido de la NBA en los que predomina el músculo?
R. No es en todos los partidos. Algunos equipos hacen eso, pero otros, no. Los estadounidenses hacen un seguimiento de esto. No son estúpidos. Hacen investigaciones y entienden que la gente disfruta más de ese baloncesto rápido. Lo hacen para obtener un beneficio, por los aficionados, por derechos de televisión. Seguro que lo hacen a propósito, no es por casualidad. Yo disfruto viendo partidos que siguen el modelo europeo. Los Spursde San Antonio, son el equipo con el que más disfruto.
P. ¿Si pudiese volver atrás en el tiempo, le daría una oportunidad a la NBA? ¿Se quedó con las ganas de jugar allí?
R. Le di una oportunidad. Cuando estaba listo para ir, no me hicieron una oferta adecuada, y cuando me hicieron una buena oferta, no estaba listo para dejar el entorno en el que vivía en Europa. Es cuestión de que se dé el momento adecuado. Estaba escrito que no iba a suceder. Nadie me dijo que si iba allí, jugaría. Muchos buenos jugadores europeos no hicieron carrera en la NBA, y muchos no hicieron carrera en Europa y sí la hicieron en la NBA.
P. ¿Qué es lo mejor que le inculcaron sus padres?
R. El mejor consejo que se puede dar a los niños es enseñarles a hacer las cosas, no diciéndoles cómo hacerlas. Todo el mundo le dice a sus hijos que apaguen la televisión y que abran un libro. No hace falta decírselo. Los niños hacen lo que ven. Si abres un libro o un periódico, el niño hará lo mismo.
P. ¿Cuál es el mejor recuerdo que conserva de Ettore Messina?
R. Una frase que me dijo antes de marcharse tras perder la Final Four en Londres. Es algo muy bonito, pero es personal.
P. Si pudiese elegir el jugador con el que siempre le hubiese gustado jugar, ¿quién sería?
R. Me hubiese gustado jugar con Jordan, con Magic Johnson... Lo he soñado muchas veces, como cualquier niño.
P. Los dos jugaban en la misma posición que usted...
R. No importa. Nunca he querido ser único, siempre he querido que mis compañeros de equipo fuesen mejores que yo, para que yo también pareciese mejor.
P. En la final del Mundial de 2006 ante España, ¿qué le salió mal a Grecia?
R. Gastamos demasiada energía contra Estados Unidos, física y mentalmente. Creo que la lesión dePau Gasol no nos ayudó, perdimos la concentración. Inconscientemente pensábamos que iba a ser más fácil. Y no lo fue. Fue más difícil.
P. No fueron duros mentalmente dice. ¿Cómo se sentían en la pista?
R. Sientes que no tienes la misma fuerza, ni la misma velocidad ni la misma aceleración para 40 minutos que tu rival. No lo entiendes, pero tu cuerpo te lo marca. Es un hecho.
P. ¿Con que momento se queda de sus 14 años de carrera?
R. La temporada 2005-2006. En 12 meses ganamos la medalla de oro con la selección nacional, la Euroliga, la medalla de plata en Saitama. Esos 12 meses de éxitos fueron lo mejor.
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